UNA ADORACION AUTENTICA, PROPIA Y DE GRAN VALOR!

"La adoración autentica, propia y de gran valor da inicio a los diseños divinos en los tiempos de DIOS. la adoración de esta mujer preparó al Hijo de Dios, para su sepultura"

Marcos 14:3 " Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.

4-Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?

5-Porque podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella.

6- pero Jesús dijo: Dejadla; ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho.

7- Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis."...

Me voy a detener solamente en el relato de este evangelio, donde se introduce el acto de una mujer de la cual no se da el nombre, sino que la Inspiración divina nos destaca en este evangelio de Marcos, su actitud de adoración.

 El Padre nos dice que él, esta buscando adoradores que lo adoren en espíritu y en verdad (San Juan 4:23). 

 Dios nunca buscará en nosotros nada que no nos haya sido dado o enseñado por el Espíritu Santo, porque de no ser así responderíamos con una adoración humana, terrenal y diabólica.

Pasemos ahora a trasladarnos como si estuviéramos en aquel tiempo y lugar, vivamos junto a su Espíritu Santo este momento y dejémonos revestir por el mismo espíritu de adoración.

Esta mujer irrumpe en una casa, a una hora y en un momento, inadecuados, aparentemente. 

No había sido invitada y no tenía confianza o amistad con el dueño de la misma, pero su determinación y osadía para hacerlo, fue como si  "algo fuerte", muy urgente que  empujaba a hacerlo, como si dijese " ahora o nunca". 

Ella fue impulsada a entrar violentamente a ese recinto, e inmediatamente, se echó a los pies para adorar, no fue una simple adoración de semana, o de domingos, fue una extraordinaria adoración.

 Nuestra adoración, tantas veces se queda detenida en nuestra alma, porque vemos algún personaje desconocido cerca; otras, porque no sentimos que nos hubieran participado con una" invitación especial" a adorar y esto nos lleva a hallar luego puertas cerradas en lugares donde es necesaria la adoración.

¡Puertas sólo son abiertas por la adoración genuina!. 

Y porque tampoco  entramos en adoración, ni  nos ocupamos con adoración, ni desatamos aquellos diseños divinos .

 La verdadera adoración, la adoración extraordinaria, abre lo que estaba cerrado para un nivel común de adoración.

En la introducción del primer versículo del capítulo en que estamos, se nos dice que dos días después de esto que estaba aconteciendo, venía la Pascua en la cual Cristo sería crucificado y él mismo declara que así ocurriría (Mateo 26:2). Esta Mujer de alguna forma lo sabía, por haber oído por otros lo que Jesús había declarado, o tal vez por revelación en su espíritu. 

Fue tan fuerte la desesperación de su alma, de su corazón al comprender que Aquel que había conocido y amado le sería quitado, que ya no lo oiría, no lo vería, no tendría su Paz, su Amor, que sentía su corazón roto.

 Fue tan fuerte el dolor de esa noticia, que ella quería no perder la oportunidad que se le cruzara para adorarlo; para decirle  cuánto lo amaba con sus lágrimas y cuánta  tristeza  la embargaba.

 En el versículo 8 dice Jesús "Ésta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura". En el tiempo de Dios alguien tenía que cumplir este paso en el camino hacia la cruz por nuestro Señor, podría haber sido un Hombre pero fue una mujer. 

Alguien tenía que hacer lo que Jesús no podía hacer para él, ni por nosotros y era tan valioso e importante: Ser Ungido para la Sepultura, ¿ te das cuenta? Dice la Palabra profeticamente en Isaías y en el Evangelio de Lucas , que Jesús había sido Ungido por el Espíritu para dar Buenas nuevas a los pobres, sanar a los quebrantados de corazón, dar libertad a los cautivos , vista a los ciegos y poner en libertad a los oprimidos, pero no podía ungirlo para ser sepultado, porque el Padre Unge para vida y vida abundante, y ese ungimiento era para muerte por causa del pecado.

 ¡Pero esta osada mujer, derramó el perfume de su alma y lo ungió para la sepultura!

Esta adoración era auténtica, así como el perfume de nardo que le había traído, no era fingida ni imitada.

 Era de un gran valor, porque estaba arriesgándose a todo, entrando de esa manera a la casa de un fariseo, siendo mujer y de una reputación dudosa. 

Y esa adoración (el frasco con perfume) era propia, no había sido robada ni obtenida prestada de otros, era su única posesión, ella tenía el derecho de darla a quién se la estaba dando, como lo estaba haciendo con su perfume.

La verdadera Adoración irrita, enoja a quien no ama a Dios, es decir a los religiosos. 

 Los religiosos dan limosnas a un dios muerto, por que justamente, no hay vida en aquello que creen adorar, no consideran digno dar lo que poseen, sino un desperdicio. Para ellos es mejor ponerlo donde puedan obtener ventajas o algún reconocimiento.

Los hijos de Dios son verdaderos adoradores y ellos no confunden aquello que es lo de Dios y para Dios. 

La piedad con los pobres debemos practicarla siempre, porque como dijo Jesús " a los pobres siempre los tendréis con vosotros...pero a mí no siempre me tendréis". 

Pero los hijos de Dios reconocen cuales son esos momentos precisos cuando Dios se manifiesta y que no se repetirán.

 Reconocen cuando solo una verdadera adoración colaborará con un plan divino; como esta mujer  que en su espíritu percibió que debía entrar costase lo que costase y Adorarlo a El, con todo lo que tenía!

¡Convierte tu vida en una Adoración constante, y desatarás los designios de Dios para tu generación! 

Dios te bendiga!!
 Sara Olguín.