Génesis 3:6 "Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría, y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella"
Eva, no miró el fruto sino el árbol. No se detuvo a pensar en el resultado, ni en las consecuencias, solo admiró el árbol.
Ella sabía que era el árbol del conocimiento del bien y del mal y lo codició.
Lo deseo en su corazón - era otra opción para conseguir lo que se había despertado en su corazón: alcanzar la sabiduría.
La manera de conseguirla era fácil, solo comer de su fruto, así que lo hizo.
Pero también lo compartió con quién estaba a su lado, su marido, el cuál también lo comió.
Hoy existen tantos árboles, grandes y admirables, de copas frondosas, verdes y llenos de frutos, dónde miremos y hacia dónde vayamos estos árboles se han multiplicado, sus frutos dan Sanidad, bienestar interior, éxito, prosperidad, etc, etc, etc.
Arboles que son codiciables para alcanzar la sabiduría, y todo lo que el hombre necesite hoy, y son tan parecidos a aquel que trajo la muerte espiritual (les cortó la comunión con Dios) de Eva y Adán; son tan parecidos porque te ayudan a alcanzar la sabiduría para todo y en todo, sin pagar nada, sin sacrificios, sin entregas, solo comiendo de su fruto, y además si se lo das a los que te rodean te premian con más cursos y seminarios gratuitos para que vos plantes tus propios árbolitos.
Eva no se detuvo a medir las consecuencias, y muchos de nosotros tampoco lo hacemos, cuando tomamos lo que el mundo nos ofrece con sus filosofías ateístas, humanistas, hedonistas, esotéricas, etc.
Hoy siento mucha pena, porque veo que mujeres cristianas, que predican, oran y discipulan, toman frutos de árboles de sabiduría humana, terrenal y diabólica y comen ellas y les dan a comer a los suyos.(Santiago 3:15-18)
Mujeres, examinemos más lo que leemos y lo que come nuestra alma a través de ello.
Si Eva se equivocó codiciando lo que debía conseguir con obediencia para recibirla de Dios contaminando todo el resto, no repitamos nosotras el mismo error, pongamos atención en lo que llevamos a casa, a nuestra mesa espiritual, entre nuestros amados.
La Nueva Era, la cultura céltica, el esoterismo, el orientalismo nos están invadiendo, y la Palabra de Dios es pura (sin mezcla, de una sola fuente) y su Sabiduría desciende de lo alto.
Esa es la verdadera sabiduría de las Mujeres Justas.
Busquemos ese fruto en su Presencia, Él nos dará las palabras más puras, los mejores frutos que darán vida y no muerte a los que nos rodean.
Dios te bendiga.
Pastora Sara Olguín
Bendiciones Sara de lo Alto para ti y familia, Gracias por tus palabras expresadas en mi blog, es para mi un honor tener tu amistad, la recibo en el amor de Cristo. Tienes un hermoso blog lleno de la presencia de Dios. Que el Eterno bendiga tus días grandemente, un fuerte abrazo desde Uruguay.
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