En
el versículo 28 dice que éste "volvia en su carro y leía el
profeta Isaías," dice que él venía de adorar, de Jerusalen;
quiere decir que, de alguna manera conocía o quería conocer al
Dios de los Israelitas, y supongo que, pensaba que la manera
propia para conocerlo era dirigiéndose hacia adónde Dios se movía,
o hacia donde estaba su pueblo o donde estaba su Templo, que era en
Jerusalen; pero a pesar de esto él volvía sin ser satisfecho por
ese conocimiento; él a pesar de que iba hacia donde decían que
estaba Dios, regresaba de adorar sin conocerlo, sin entender; por
eso leía el profeta Isaías sin comprender.
Hoy
como en aquellos tiempos hay muchos que están buscando con hambre y
sed "la Justicia de Dios", es decir su salvación. No saben
lo que es o como se llama, pero saben dentro de sí que necesitan
algo. Van a donde les indican, hacen lo que les aconsejan, se meten
entre los que dicen que conocen a Dios pero su vació todavía está
ahí ¿por qué? Porque les falta lo que le faltaba a este
Funcionario de Etiopía.
Él
seguramente escuchó en sus tierras que el verdadero Dios era el Dios
de los Israelitas, que hacía grandes prodigios y maravillas entre
ellos; que se reunían a adorarlo en sus Templos, que eran muy
felices, que tenían paz, así que hizo lo más humano y lógico:
un"tour hacia la tierra de bendición"; allí sentía algo
especial, imitaba a los que veía en sus gestos; como hablaban; las
oraciones que hacían sus fieles devotos; alzaba los brazos; llevaba
la biblia, la leía, pero siempre regresaba vació, y con la
sensación de no conocerlo, ni entenderlo.
Cúantos
de los que están entre nosotros aún andan así. Escuchan, repiten,
imitan, se ríen, cantan, hasta lloran al ser movidos por la emoción
pero vuelven a sus casa y en el regreso se les va apagando el
fueguito que ardía. Muchos están desanimados escuchando las
mentiras del diablo de que ellos, no son hijos de Dios, no son amados
por Dios, ni mirados, ni escuchados, y poco a poco dejan de venir sin
que nadie se de cuenta de ello. Se cansan de buscarlo, de intentar
encontrarlo. Esto le sucedía a este Eunuco, necesitaba esa
experiencia del tu a tu; tenía una crisis de búsqueda de Dios. Pero
había alguien con quien Dios podía contar, ¿puede contar Dios
contigo, para enviarte?
San
Juan 4:21-22. Jesús le contesta a la mujer samaritana 21-"Mujer,
créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén
adoraréis al Padre 22- Vosotros adoráis lo que no sabéis,
nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los
judíos".
Había otro pueblo, así como había un pueblo en
Etiopía, había otro pueblo en Samaria, y también en Jerusalén,
que estaban buscando a este Dios, que querían conocerlo; los judíos
aparentemente lo conocían y estaban en el lugar correcto para
adorar, los samaritanos creían que era en un monte, y lo buscaban e
iban a adorarle; el etíope iba hacia Jerusalén, buscaba a ese
Dios. Y así esta el mundo hoy, hay más de 2.000 religiones. 2.000
religiones significa que hay hambre de Dios, si hay 2,000 religiones
significa que hay gente que está buscando a Dios, que hay gente que
está confundida, que está adorando en los lugares equivocados, que
van y vienen pero que terminan no pudiendolo conocer, ¿por qué?.
Pero
hay un pueblo que conoce a Dios, pero que cuando Dios los envía,
abortan la misión porque quieren saber más, que le especifiquen
más de lo que tienen que hacer, o por saberlo se retiran por temor.
Entonces
veamos que este etiópe estaba como la gente está hoy, dice que
leyendo al Profeta Isaías, no podía entender las escrituras.
En
el vers 29 dice que el Espíritu Santo, ya no el ángel sino el
Espíritu Santo dijo a "Felipe: Acércate y júntate a ese
carro."
En
Romanos 8:26:" Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en
nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo
sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles"
Dios
conocía al etíope, su Santo Espíritu conocía al eunuco, quien ya
le pertenecía, por eso algo lo llevaba a buscar, a adorar, a tener la
necesidad de un experiencia personal, más íntima con Dios.Y el
Espíritu de Dios ayudó al etíope para que esa oración que estaba
clamando en su intimidad, ese ruego por entender las escrituras,
subiese a la presencia del Padre y el Padre le enviase respuesta a
través de su ángel. Y Dios envía su ángel, como respuesta a la
oración del eunuco, a llamar a Felipe.
¿Quién
responde nuestras oraciones, que van dirigidas al Padre en el nombre
de Jesús? Dios.
¿Cómo
nos responde Dios nuestras oraciones? ¿por medio de quién? De los
ángeles. Dice la Palabra en San Juan 1:51 “Y le dijo: De cierto,
de cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a
los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del
Hombre.” ¿Qué significa esa actividad de ángeles que suben y
bajan? ¿Por qué no bajando y subiendo, suponiendo que son
enviados desde el cielo? Creo que los ángeles desde siempre
estuvieron sirviendo sobre la tierra por orden de su Creador. Pero,
lo que nos quiso decir Jesús con estas palabras, es que a partir de
su venida a nosotros, se nos abrirían los cielos; Dios respondería
a nuestros clamor; que habría una activación, un ir y venir, un
subir y bajar de ángeles; una actividad angélica como nunca hubo,
a través del Camino que nuestro Señor Jesucristo habría abierto
con su muerte y resurrección; que el cielo y la tierra estarían
unidos a través de El, el único mediador entre Dios y los hombres
(1 Tim2:5)(Génesis 28:12).
Retomando
la historia de Felipe y el eunuco, vemos a éste, un funcionario y
administrador de los tesoros de la Reina de Etiopía; una persona
de autoridad, una persona de importancia, que estaba clamando en su
espíritu que por favor alguien le explicase. Pero no fue Dios mismo
el que vino por él sino que se movió enviando a Felipe. Porque Él
se mueve por la Iglesia. Ahora es la Iglesia la que se mueve por él,
a través de sus discípulos, de sus hijos, de sus siervos y sus
siervas, a quienes les envía sus ángeles, para que lo asistan y
puedan llevar adelante la órden que reciben.. Entonces dice que el
Espíritu Santo (romanos 8:26, como habíamos visto) escuchó el
gemir del corazón del funcionario, le pidió al Padre que le
respondiera, le ayudó a orar, le ayudó a que esa oración fuese
oída por el Padre y el Padre envió al ángel; el ángel llamó a
Felipe; Felipe obedeció y fue hasta donde le indico el ángel. Y
como el Espiritu Santo, habla a los obedientes, habló a Felipe y
le dijo: “Ácercate y júntate a ese carro.” ¿Qué quiso
decirle? “anda, corre junto a esa persona, y enseñale; no la
dejes, ácercate a ella.
Debemos
entender esta enseñanza, porque muchas veces el Diablo va a venir y
nos querrá engañar, ¿en qué? ¿cómo? En el cómo debemos
trabajar en este servicio a Dios. Satanás no quiere que se realice
el propósito y la voluntad de Dios. El nos tratará de engañar con
su vocecita diciéndonos: “ Tu estás presionando mucha a esta
persona, estás siendo muy pesada, está persona se va a cansar; no
toques tanto el timbre de su casa porque no te va a abrir, no
insistas tanto con la Palabra, no la llames por telefono porque no te
responderá, deja de invitarla". Pero dice que el Espíritu
Santo al obediente lo envía y le dice: “ Ve, acercate, juntate a
ella, insistile. Esta es la obra del hijo de Dios obediente al
Espíritu Santo.
En
el versículo 30 dice “Acudiendo Felipe, le oyó que leía al
profeta Isaías...” Si uno no esta al lado de las personas que
están necesitando la asistencia de Dios, no podrá ser efectivo en
la obra. Cada uno hemos sido puesto en lugares únicos, donde
personas se relacionan solo con nosotros, no con el Pastor , o con el hermano evangelista, sino contigo. Tú eres el
único que puedes oír lo que necesita esa persona y como hacer para
darle a Cristo. Estamos puestos ahí para que Dios nos pueda usar y
decir lo que el quiere decir a esas personas. Felipe estaba siendo
separado y preparado para conocer a un funcionario; a muchos de
nosotros Dios no puede hacernos conocer funcionarios, porque en vez
de entregarles el Evangelio del Reino, le pedimos trabajo; en vez de
hablarles una palabra de parte de Dios empezamos a ver si podemos
colocar a alguno de nuestra familia. Por eso Dios a veces no nos
abre la puerta a personas importantes, porque nuestro corazón no
está cambiado. Pero cada uno de nosotros, estamos asignados por el
Padre a un lugar que no es casual, y Dios nos sacará de allí cuando
hagamos lo que el diseñó. Claro que podemos irnos, salir del mismo,
pero no será con la bendición y promoción de Dios, será porque
nosotros nos quisimos ir, por nuestra voluntad y muchas veces sin
haber terminado el trabajo asignado.
Había
una muchacha que había sido llevada cautiva por los Sirios, los
cuales habían vencido al pueblo de Israel; y siendo llevada allí
tuvo que trabajar de doméstica en la casa del General del ejército
de Siria, llamado Naamán. (2 Reyes 5) Ella podría haber llorado de
noche y de día eternamente por la desgracia de haber sido sacada de
su pueblo, separada de sus afectos, de su tierra. Pero cuando
reaccionó y se dio cuenta que había un propósito por el cual había
padecido y por lo cual estaba en esa casa, decide decirle a su
señora que en su tierra habiá un profeta de Dios, que era el único
que le podía sanar de la lepra a su marido. Y cuando ella vence sus
temores y hace esto, Naamán va a Israel y busca a ese profeta
recibiendo su sanidad. Ahora, ¿será que después del tremendo
milagro recibido por el capitán Naamán, Dios, dejaría sin
recompensa a esta jovencita? Pudiera ser que el capitán y su señora
ni lo pensasen, pero Dios no la dejaría sin recompensa. ¿Será que
habrá continuadotrabajando como doméstica en aquella casa? Cuando
nosotros, en la condición que estamos, con la situación que
tengamos y en la tierra en la que el Señor nos puso, hablemos la
palabra, va ha venir liberación sobre nuestros problemas, va ha
venir liberación sobre nuestra situación. Pero somos nosostros
quienes debemos decidir: o hablamos, insistiendo a las personas con
el mensaje, a tiempo y fuera de tiempo o nos quedándonos en la misma
situación en que estamos.
Por
misericordia, porque Dios bueno y generoso muchas situaciones
nuestras se resuelven pero Dios quiere darnos más, pero no salimos
de las mismas porque no podemos ser promovidos, porque viene el ángel
y no lo oímos, viene la voz de los siervos y no la oímos, viene el
Espíritu Santo y no lo oímos, y así estamos y creemos que tenemos
que ocuparnos nosotros de nuestros problemas. Si nosotros nos
ocupáramos de la Esposa de Dios, Dios se ocupa de nuestros
problemas. O le damos todo o mas vale no le damos nada, o hacemos
todo o mas vale no hacemos nada.
El
Espíritu Santo fue quién le dijo a Felipe: andá, síguelo,
juntatea él. ¡Sube al carro, corre!
El
quiere que insistamos, Él quiere que nos peguemos a las personas
porque si no nos pegamos nosotros, se les pega el Diablo, el polvo de
este mundo, las costumbres de este mundo, la idolatría de este
mundo.
Dice
que Felipe fue obediente y fue, y cuando fue, oyó. Tal vez están
hablando cosas en sus casas, hay personas que están siendo visitados
por curanderos, por mensajeros de Satanás. Y a veces decimos ¿ por
qué están así? ¿Por que? si tu no estás al lado para
escucharles y para responderles será tu lugar ocupado por el error y
la mentira.
Dice
que cuando Felipe se acercó al carro, oyó que estaba leyendo
Isaías, y le pudo preguntar si entendía lo que leía. ¿Cuantas
personas asisten a las iglesias de tantas religiones y no entienden
lo que les predican y leen? Por eso Dios nos necesita para que les
expliquemos. Jesús, dice la palabra que estuvo haciendo bienes,
sanando, predicando pero también: enseñando lo que la gente no
entiendía.
En
el versículo 31, el Etiópe le abre el corazón a Felipe, sobre algo
que solamente el Espíritu Santo había oído, y le dice ¿Cómo voy
a entender si no hay nadie que me enseñe? ¿Saben cuántos están
esperando ser visitados por maestros?, por eso el diablo les manda a
los falsos maestros. Porque la gente que es de Dios, las almas que
le pertenecen a Jesucristo desde antes de la fundación del mundo, se
están preguntando si habrá alguien que les enseñe, y nadie va a
sus casas a golpear sus puertas para decirles: Yo quiero enseñarte
la Biblia.
La
puerta abierta en Etiopía
El
eunuco le rogó a Felipe que subiese y se sentase a su lado. Un
funcionario, un administrador de los tesoros de un reino, como en
aquel tiempo era y como hoy sucede también de que tantas personas
importantes, de autoridad, están pidiendo que alguíen les enseñe
sobre la Palabra. Y a quienes les enseñen les abren las puertas, y
los hacen sentar a su lado. Por eso tantos falsos maestros están
ocupando los lugares que tendríamos que ocupar tu y yo. Porque ellos
se nos adelantaron, tomaron ventaja, mientras nosotros fuimos
considerados, tratando de no ofender, de no perturbar, de no
incomodar, de no insistir, ellos avanzaron y hoy están sentados al
lado de las Autoridades, de las personas claves en los gobiernos, de
aquellas personas importantes en la ciudad.
Volviendo
a Etiopía, fijense, que si un alto funcionario, como el eunuco, no
conociá a nadie en su país que le enseñase las escrituras, sería
porque no lo había. Este hombre humilde, tampoco sabía que Dios lo
estaba por utilizar para ser la puerta de Etiopía a fin de que por
él entrase el conocimiento de Dios a aquella tierra, ¡aleluya!
¡Cuántos tendrá Dios en los pueblos, en las ciudades, en las
fábricas, en las empresas que necesitan de un Felipe, de oído
abierto y obediente al Espíritu, para que se transformen en
"puertas" que dejen pasar el conocimiento de Dios y su
palabra!.
Si
su palabra hoy, nos habla, nos activa, nos desata, entonces abramos
nuestros oídos a la voz del que nos envía , no dudemos cuando nos mandan conjeturando a nuestro parecer que es lo mejor. Vayamos y
acerquemosno a las personas que Dios nos haga encontrar en nuestro
camino, juntemosno a ellas, enseñemosle lo que sabemos,
discípulemosla y Dios nos tendrá en cuenta para mayores misiones,
mayores milagros, mayores favores, porque seremos para él Hijos de
oídos abiertos y corazón confiables.
Pidamosle
a Dios perdón si hemos desechado al que nos enviaba y desobedecido
al mensaje, y volvamos como felipe a disponernos como instrumentos
útiles, a fin de ganar para Cristo las almas que están como el
eunuco preguntandose acerca de la palabra sin que encuentren a los
que concen la Verdad para enseñarles.
Dios te bendiga, Sara Olguín.
Derechos de autor reservados)
Este pasaje también es importante porque muestra un arrebato parcial de Felipe. En efecto, luego de trabajar para el Señor con el etiope (los frutos de esta predicación se ven hoy día en el pueblo de Etiopía inmensamente cristiano), el Espíritu lo arrebató a Felipe de un modo que se puede interpretar como sobrenatural. Dice la Palabra:
ResponderEliminar"39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino.
40 Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea". Versión Reina Valera 1960.
Los arrebatos, si bien excepcionales, suceden en las Escrituras. Desde Enoc pasando por Elías hasta Felipe. Sin embargo, el arrebatado más famoso es precisamente Jesús. Ascendió a los cielos hasta que lo perdieron de vista.