Hoy tuve un sueño, pero en realidad no era tanto un sueño, sino que fue una lucha.
Una lucha de cara al enemigo.
Este era un demonio que venía con la misión de obligarme a entregarle mi Territorio, mi Jurisdicción, aquello que Dios me encomendó de guardar.
Me hacía recordar en mis sueños del estado en que estaba, y que no valía la pena pelear por ello; por la fuerza me lo quería quitar; quitar la autoridad legal y entrar pues yo estaba frente a la puerta de entrada y ahí estuvo la fuerte lucha.
De repente me di cuenta de lo que se trataba, y más fuerzas recibí para golpearlo y sacarlo de mi terreno.
Hace dos días soné con un Pastor muy estimado, a quien de repente en su entrada le estaban robando, y yo viéndolo le avisaba, no era casualidad el estar ahí, mi deber era avisarle y si necesitaba ayuda, entonces ayudarle a sacarlo fuera.
Esto me hizo recordar al despertarme a el valiente de David, Sama.
2 Samuel 23: 11 y 12
11-Después de él, fue Sama, hijo de Age ararita. Los filisteos se habían concentrado en tropa donde había un terreno lleno de lentejas, y el pueblo había huido de los filisteos.
12-Pero él se puso en medio del terreno, lo defendió e hirió a los filisteos; y el SEÑOR concedió una gran victoria.
Ese terreno se le atribuye a Sama, pero aquí no se desprende tal cosa, sino que Sama era un soldado, era uno que daba su vida por proteger y defender lo que era justo, y aquí cuenta la escritura que los filisteos se habían concentrado, se habían detenido a pelear contra los israelitas en un campo de lentejas, y éstos huyeron pero Sama no se movió de allí, sino que lo defendió y mató a los filisteos, ¿y cómo es que logro él solo vencerlos? porque Dios estuvo con él, y le dio una gran victoria.
Dio le dio la victoria porque era imposible que él lograse algo siendo uno contra todos ellos, pero Dios así como él se detuvo a defender un campo cultivado de lentejas de alguien que no conocía, así Dios se detuvo junto a él como su Ayuda Poderosa!
Porque Dios está junto a todos aquellos que defienden y protegen lo que es justo.
Si bien este campo no era suyo, el dueño debe haber sido algún israelita que huyó y lo abandono, tal vez cansado de cuidarlo, de que los enemigos lo invadiesen, lo arruinasen o lo quisieran para ellos.
En Apocalipsis 3:11 le dice El Santo, quien es la Verdad lo siguiente: "Vengo pronto; retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona."
En aquel tiempo dicen que las iglesias eran pequeñas, así debe haber sido la iglesia de Filadelfia, en medio de aquella gran ciudad, de poca influencia a causa de su reducido número, de poca fuerza, pero era una iglesia fiel, y verdadera, la cual guardaba la verdad y a pesar de las pruebas y tribulaciones no había negado su Nombre, por lo que el Señor la anima y la consuela diciéndole que Él estaba cerca, muy cerca a venir y con él su recompensa, pero que era necesario que retuviese fuertemente lo que tenía, lo que ya era suyo, que debía defenderlo un poco más, cuidarlo y no abandonar la fe, a fin de que nadie le quitará el premio que estaba preparado si vencía.
El no le dijo que cuidara lo que tenía porque se lo podían robar, porque nadie podrá robarnos lo que Dios nos dio y encima quedarse con nuestro premio! El Santo le decía que sería muy triste después de tantas batallas ganadas, tanto camino recorrido, tantas pruebas soportadas y aprobadas, se cansaran y soltaran lo que ya estaba en el haber de su cuenta celestial, y que lo que ellos dejarán se les tuviera que dar a los que más tenían y por consiguiente se quedarían con su premio.
Marcos 4:25 "Porque al que tiene, se le dará más, pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará."
Hermanos cuidemos lo que hemos recibido, no lo menospreciemos por verlo como se encuentre hoy, no nos cansemos de cuidarlo, no lo abandonemos, no nos rindamos sino continuemos orando.
Dios añadirá más a los que han sabido guardar, mantener y acrecentar orando y velando en oración y fidelidad, dando muestras con nuestras obras de que le hemos creído al Santo, quien es Fiel y Verdadero, quién abre la puerta de la oportunidad asignándonos territorios, ciudades, naciones, iglesias, familias, misiones, o personas.
El viene pronto con su recompensa!
La Iglesia de Filadelfia era pequeña en número, y eso a los ojos de hoy se ve como sin fuerzas, pero el Santo le dijo: Retén lo que tienes, para que ninguno tome tu Corona, pues era su Fidelidad a la Palabra practicándola y no negando su Nombre lo que él pesaba.
Retén lo que tienes hasta que recibas tu premio!
Reflexionemos con su Santo Espíritu.
Pastora Sara Olguín.
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Dios te bendiga con su Abundancia!