Jeremías 30:18
Así
ha dicho Jehová: He aquí yo hago tornar la cautividad de las
tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia; y la ciudad
será edificada sobre su collado, y el templo será asentado según
su forma.
Ellos
no podían volver, algo los detenía que era más fuerte que ellos.
Por
más que quisieran y lucharan no podían romper su cautividad.
Pero
Dios habló y dijo:
Yo
soy el que hago volver, yo saco a los cautivos de la cautividad y soy
el único que lo puedo hacer porque tendré de ellos misericordia!!
Es
la misericordia de Dios que hace que toda cadena de nuestras manos y
de nuestros pies se rompa, y no son los cautivadores quienes nos la
dan.
Es
Dios quién apiadándose de nosotros hace que se nos devuelva aquello
que ya no teníamos: paz, economía, salud, etc
Nadie
más que él, y nada más que sus misericordias para que sintamos
nuevamente la sensación tan buscada y sufrida por el hombre: la
libertad.
El
pueblo de Dios no era consciente de su esclavitud; no se daban cuenta
de que no podían volver por sí solos a sus tiendas, a su tierra,
por eso intervino Dios.
Muchos
no nos damos cuenta de que ya no podemos hacer aquello que hacíamos
con tanta facilidad: mover un brazo, una pierna, correr, comer
ciertas cosas, hablar de ciertos temas, ver a ciertas personas, orar,
leer con gozo y avidez la Palabra, venir a la Iglesia
voluntariamente.
No nos damos cuenta, aunque intentamos pero notamos
que hay una fuerza más fuerte que la que nosotros ponemos y ¡nos
vence!
Ellos
habían sido llevados cautivos a Babilonia, por disciplina de Dios: ¡Sacados fuera de sus tierras!
Habrán dicho: - ¡Dios nos dio esta tierra
y de aquí nadie nos saca! Pero se volvieron sordos e insensibles
para con su Buen Dios, y no pensaron que Dios sí podía sacarlos,
pues era quien los bendijo con ella.
¿Te
sientes fuera de tu lugar? ¿Hay algo que ya no puedes hacer como
antes?
Quiero
decirte de parte de Dios, este anuncio de Liberación para todos los
que están cautivos de alguna situación, a la cual hayan entrado por
haber pasado por alto alguna instrucción del Señor; si os
arrepentís, el Señor dice os haré regresar al bienestar primero, y ¡¡os restauraré!!
Dios
levanta para hoy, un anuncio de esperanza, y de perdón para con
ellos: ¡¡Volverán!! ¡¡Regresarán!!
Y cuando ellos vuelvan será la
Ciudad reedificada sobre su collado, es decir en su propio lugar,
regresarían y recuperarían sus pertenencias, su tierra, su ciudad y ¡¡su templo!!
Los
desterrados, los que son disciplinados por su menosprecio a la voz de
Dios perdían su tierra, su ciudad y su TEMPLO.
Puedes
tener tierra, ciudad, familia pero si no tienes Templo no tienes
morada de Dios en tu vida.
1
Corintios 3:16 “ ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el
Espíritu de Dios habita en vosotros?”
¡Es
tiempo de recuperar tu Morada, y es tiempo de que Dios tome su morada
en ti!
Hay
muchos que sin embargo están allí porque estaban dentro de todo el
resto del pueblo, aquellos que eran inocentes y tuvieron que padecer
esa cautividad, buscaron a Dios y le creyeron.
Por
el pecado de otros somos llevados a tierra de cautividad, pero por
nuestra justicia en Cristo Jesús, ellos son libertados,
restaurados y bendecidos.
- Por
el pecado de ellos somos quitados de nuestras casas, tierras, templos
pero por nuestra santidad y consagración cuando se nos devuelve a
nosotros en justicia ellos serán restaurados! ¡aleluya!
¿Para
qué lo hace Dios?
Para que de ellos salgan cantos de gratitud
(Jeremías 30:19- Y saldrá de ellos acción de gracias, y voz de nación que está en regocijo, y los multiplicaré, y no serán disminuidos; los multiplicaré, y no serán menoscabados.)
Y
Dios dice que no solo los restaurará sino que no los despreciará, sino que los honrará, es decir le dará su ¡Gloria! para que sean ¡vestidos, adornados y diferenciados!
Jeremías 30:20 - "Sus hijos serán como en el pasado, y su congregación tendrá estabilidad delante de mí. Y castigaré a todos sus opresores" Hay una promesa de restauración a la condición original, volverán
a estar firmes en su Presencia, como antes lo estaban.
El
pueblo de Dios es tendiente a caer en esclavitud, pero Dios manda a
los suyos a liberarlos.
1
Samuel 30: 1- 18 y 19 -Mientras David estaba en las cosas de Dios su
familia, así como la ciudad habían sido arrasada y llevadas junto a
todas las otras mujeres, y niños, adultos y bienes por el enemigo,
Pero David consulto primeramente a Dios y los libertó.
¡¡Siempre hay un
David que luchará por los débiles de su casa, por las familias de
su ciudad y por los bienes de su tierra!!
Génesis
14:4 “Al oír Abram que su pariente había sido llevado cautivo,
movilizó a sus hombres adiestrados nacidos en su casa, trescientos
dieciocho, y salió en su persecución hasta Dan.”
También
este siervo de Dios al enterarse que su pariente había sido llevado
cautivo, luchó por él y por todo el resto, y por los bienes
apresados.
Romanos
6:16 “¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos
para obedecer
le, sois
esclavos de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte,
o de la obediencia para justicia?” Esclavos somos del que le
estemos obedeciendo!!
¿Esclavos
del pecado o de la obediencia? Si has perdido las fuerzas, la
voluntad, ven Dios te hará
libre hoy y te
restaurará y volverás a tu tierra!!
Dios te bendiga!!
Pastora Sara Olguín
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Dios te bendiga con su Abundancia!