Dios oye el sufrimiento.
Por que Dios
puede oír el sufrimiento? Porque el sufrimiento tiene expresiones,
por eso Dios puede oírlo.
1-Éxodo
3:1-10 El llamado de Moisés.
¿Y qué tipo de
personas llama Dios? Y ¿Cómo piensas que Dios te llamará a ti, en
estos tiempos?
Primero vemos cómo
Dios atrae la atención de Moisés.
Dios veía a Moisés
cada día de su vida, y lo esperó hasta que se completara la obra en
él, la obra que Dios hizo sin que Moisés supiera, a través de
todos los sufrimientos que atravesó.
Desde la intención
del Faraón de aquel tiempo de que no naciera, junto a otros niños,
hasta la huida injusta por la denuncia de uno de su pueblo a quien él
defendió.
El perder su hogar, el ser llevado y crecido en el palacio
Egipcio y nuevamente huir y volver a perder todo, hasta ese momento, en
que ya tenía una familia, y su vida estaba encausada, aparentemente
en esa tierra de Madían.
Dios veía a Moisés,
aún cuando todos sus familiares y parientes dejaron de verlo y de
saber ya más nada de él.
Dios vio todos sus sufrimientos
externamente, pero también los sufrimientos internos de Moisés; esos sufrimientos, que nadie puede comprender, ver y conocer, que así
como Moisés hemos pasado y sufrido cada uno de nosotros.
Entonces, vemos que
Dios, primero llama la atención por medio de una zarza que no solo
ardía como era común en esos desiertos, sino que su llama no se
consumía. (V.4).
Después, le
muestra la Santidad de su Presencia (v.5), mostrándonos que su
Presencia no tiene nada que ver con el lugar dónde él se quiera
presentar.
Su Presencia se
puede manifestar en el lugar menos pensado por una mente religiosa,
incrédula, atea, o agnóstica.
Le revela quién es
(V.6)
En este encuentro le revela quien hablaba - “Yo Soy. El Dios
de tu padre, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob”
Esto produjo en
Moisés tal temor que cubrió su rostro.
Pero es
extraordinario ver en Éxodo 3:14 que Dios le revela a Moisés
un Nombre, con el cuál aún no se le había revelado a sus
antepasados!
¡Nombre reservado para dárselo a conocer a él! ¡¡Que
privilegio!!
YO SOY EL QUE SOY el
cual equivale a decir, que antes de él no hubo otro, ni después de él lo
habrá (Isaías 45:5a
“Yo
soy el SEÑOR, y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Dios.”.
El
que existe por sí mismo, nadie lo creó nadie lo formó. ¡Aleluya!
Y luego de ésto,
le comienza a contar lo que ha visto: -Cómo sufre su pueblo en
Egipto, lo que oyó (lamentaciones por los maltratos de sus capataces) y
que Él había descendido para sacarlos y llevarlos a una tierra
dónde corría la leche y la miel, (v7-9)
Y luego directamente le
dice:- Ok, ponte en camino que te voy a enviar ante el faraón para
que saques a mi pueblo , a los israelitas. (parafraseado por mí)
¿Se imaginan en el
lugar de Moisés?
Muchos de nosotros
diríamos de Dios: - ¡Por fin se me apareció, me llama para
bendecirme, y hacerme justicia de todo lo que me han hecho sufrir! -
¡Por fin Dios llegaste, seguramente me sacarás de aquí a mi
verdadero destino!
Pero en vez de eso,
Dios te hable del sufrimiento de los otros, del maltrato de los
otros, y de lo mucho que quiere hacer por ellos, y para el colmo de
lo que tú creías, te diga, que para salvarlos, para hacerles todo
ese bien ¡te enviará a ti!
- ¿Qué dirías?
¿Qué pensarías? ¿Cómo te sentirías?
- Te parecería
Justo que Dios pasara por alto todos tus sufrimientos para mirar a
los de los otros, y encima decirte -¿Vé y haz algo por ellos?
Fíjate que Moisés
para nada le dijo que le parecía injusto ir a ayudarlos a ellos,
cuando fue él, quien sufrió más por causa de ellos cuando aquella
vez trató de defenderlos del egipcio.
¡Lo único que vio
Moisés fue su incapacidad!
¿Se parecía a
aquel Moisés apoyado en su fuerza y en su justicia, al separar a
aquellos dos hebreos? (Éxodo 2:13)
Pero una cosa no
había perdido Moisés en el tiempo ni en el sufrimiento, ni en ese
desierto y fue su sentido de Justicia.
Y eso es lo que Dios
iba a usar, de este Moisés consciente de su debilidad, pero en quién
todavía palpitaba el recuerdo de la injusticia a la cual estaba
sometidos sus hermanos, los hebreos.
Dios tiene un
corazón que no puede dejar de escuchar el clamor de los indefensos,
de sus hijos, cuando sufren el maltrato de los que están sobre
ellos, Dios no puede dejar de oír los gritos de los inocentes que se
están abortando, de los indigentes, de los perseguidos por causa de
su Nombre, Dios oye.
“Pero antes de
usarlos tiene que trabajarlos.”
Pero lo hace tan
sabiamente que lo que perdemos es todo lo que no le sirve, ¡Aleluya!
2- Marcos 4:35-41
38:- ¡Maestro!
—gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos?
¿Cómo puede usar
Dios, a quienes reclaman su atención sobre ellos mismos?
Ellos fueron hacia
Jesús que dormía al otro lado de la popa, a decirles, de otra forma
“¡¡cómo podía ser que Dios no cuidará de ellos, que no viera
ni escuchara el bramido de las olas sobre su barca!! ¡¡Sus gritos,
sus llantos, sus quejas, sus lamentos, por las injusticias que
pasaban!!
Pero Dios nos
mostraba su corazón en el libro de Éxodo 3, que Dios oía el clamor
y las quejas de los suyos a causa del maltrato, en ese caso de sus
capataces., ¿entonces?
Aquí Jesús,
aunque dormía físicamente como Dios, sabía que todo estaba bien,
estaba controlado, pero ¿porque permitió tal situación? Porque
Dios sabía que esa tormenta se iba a desatar estando ellos mismos en
la barca, a esa misma hora, lo sabía.
¿Por qué lo
permitió?
Porque estaba trabajando sobre ellos: en su
Temor y en su Falta de confianza.
Dios trabajó sobre
Moisés en su Temor a los hombres, por lo que huyó y no enfrentó
a su pueblo.
Y en ese momento de
su llamado, en su confianza en aquel que lo estaba enviando.
En nosotros, Dios no
ha dejado de trabajar: el Temor, la fe, la demanda de atención en
nuestras vidas y la falta de empatía con Dios, si se puede decir
así.
El llegar a tener el
corazón de Dios, el sentir de Dios en nuestros corazones.
Esto llegará cuando
en vez de mirarnos a nosotros miremos a los que nos rodean.
Ellos son los que no
tienen Defensor, no tienen Justicia, no Tienen Médico, no tienen
Salvador.
Dios no está
dormido en la popa de nuestra barca, la está guiando.
Dios no esta
descuidándonos, lo sabe todo, lo oye todo, lo ve todo.
Dios necesita
que seamos transformados, cambiados de lo que eramos a un nuevo ser,
hijos de Dios, como lo fue Jesús en la tierra, que no se miró así
mismo sino que nos miro a nosotros como nos miraba el Padre, y deseó
salvarnos.
Así el Señor
te dice no temas, no creas que Dios no te ve y no oye, Dios está
contigo siempre, pero quiere que en medio de tu sufrimiento veas el
sufrimiento de los demás, ¡ahí está su corazón, porque ellos no
tienen al que está contigo!
Los discípulos
habían subido a Jesús en su barca, los demás estaban sin Jesús en
las suyas.
Así están los que
nos rodean, sin Dios y sin Salvación, mientras nosotros, pasemos lo
que pasemos, vivamos lo que vivamos, lo tenemos.
Él estará con
nosotros.
Él dijo: y yo
estaré con vosotros, hasta el final. (Mateo 28)
Moisés le pidió a
Dios en Éxodo 33, que su Presencia lo acompañe en medio,
nuevamente de su pueblo, en el camino que él los mandó a recorrer.
Pero en éstos
tiempos en los cuales y para los cuales hemos nacido, él quiere que
al ver que Jesús está contigo y los tuyos en tu barca, y se
muestre su gloriosa Presencia, su cuidado, y nuestra confianza en
él, ellos los que están rodeándonos sin Dios, nos lo pidan,
¡¡¡nos pidan que les demos a Jesús!!!
Y él quiere estar
ahí, con ellos como está aquí contigo.
3- Mateo 24: 8
...”Pero todo esto será el principio de dolores..”
¿Por qué tenemos o
tendremos que pasar por estos “principios dolorosos”?
¿Por que tendremos
que vivir en la espera del Señor, para que nos reunamos con él, las
angustias que vivirán los incrédulos, los agnósticos, o los
rebeldes?
¿Por qué?
Porque si no
viniera así hacia nosotros, ¿será que habría alguien esperando a
Jesús desde los cielos?
¿Esperando su reino, o esperando el rapto?
¿Qué es lo que nos
haría anhelar la venida del Señor, como anhelamos tener un
televisor de tantas pulgadas, o aquello que oramos con insistencia
delante de Dios y que él conoce?
¿Aquello que le
suplicamos que él nos dé?.
¿Qué es lo que nos
escucha Dios, hasta ahora, constantemente orar o pedirle en su
Presencia: las injusticias que nos hacen, que Dios no deje de darnos
esto? ¿Que toque las situaciones aquí, o allá, y nos de esto y lo
otro?
¿Cual es la oración
de súplica que él más escucha?
¿Cuál es la
oración de insistencia delante de él que va primero en nuestras
oraciones?
Los dolores que
pasaremos, hermanos, son necesarios para hacernos olvidar los deseos
de nuestras almas, los deseos y requerimientos de este mundo.
Esos principios de
dolores, nos meterán por amor de Dios a nosotros, en la alineación
correcta, conforme la plomada de su Palabra para ser tenidos por
dignos de ser llevados con él en las nubes.
Nos prepararan para
no salir avergonzados ante su Presencia porque no haber atesorado el
tiempo, para buscarlo y llenarnos de su Espíritu.
Nos llevarán a ser
transformados en nuestra mente a la mente del reino, que piensa,
siente y habla como uno en Jesús.
A ser esa esposa de
la cual él se enamoro, y que aguardó el regreso de su Amado.
En medio de esos
dolores, la verdadera iglesia anhelara a su salvador,
Anhelara el hogar
que él le prometió, no por fuerza de escape sino o por anhelo de
ver la magnificencia de su Gloria!
-Moisés fue
llamado, porque era el tipo de persona que se necesitaba para salvar,
liberar y pastorear a ese pueblo.
Moisés no perdió
su corazón ni su fuego por la justicia. Fue confrontado por Dios
consigo mismo, al ver el temor al hombre que aún tenía guardado en
su corazón, pero que se evaporó cuando Dios le iba revelando su
Grandeza y la Magnificencia de su Divinidad!
-Los discípulos
fueron despojados de su dependencia física de Jesús, para que sus
espíritus lo vieran en la Gran dimensión de su Divinidad, solo así
perderían los temores y la falsa confianza de poner sus ojos en su
persona, y no en quién era él.
-Nosotros, la
Iglesia de este ahora, debe ser tratada con los principios de
dolores, para que se voltee a Jesús, y vea en su Luz dónde y qué
debe estar haciendo en el lugar y la hora a la que fue llamada, antes
de que él la tome.
¡Sufrimientos
vendrán, pero nos harán heredar junto a Cristo el reino!
¡En la barca
azotada andaremos pero su Presencia no nos desamparará!
¡Los que sufren
serán salvados al dejarnos ser usados por Dios para alcanzarlos!
¡Y nosotros no nos
avergonzaremos al verlo venir! Aleluya
¡Sí, ven Señor
Jesús!
Dios te bendiga
Pastora Sara Olguín
Amen q hermoso msj, Dios me puso en el corazón ayudar a los q sufren, hoy en día y en este tiempo allá fuera hay gente q no tiene q comer (al igual q yo vamos al día) la diferencia de ellos a mi es q en barca esta el señor, hoy IMPULSADA por el. ESPÍRITU SANTO voy a recaudar víveres para aquellos q están necesitados, aquí en mi comunidad hay mucha pobreza y se q con la ayuda de Dios, vamos a recaudar mucho e ir a repartirla, gracias por el msj se q Dios nunca se equivoca, pido y oro por su ministerio q el Señor siga derramando de su sabiduría para q su pueblo se vuelva a él un fuerte abrazo pastora Olga bendiciones 🙋🏻♀️💓🤗
ResponderEliminarAmada Hermana! Siento no conocer su nombre pero eso no me impide ver tu corazón. La palabra nos dice que allí donde esté nuestro corazón estará nuestro tesoro! Aleluya!
EliminarNuestro mayor tesoro es Él, el Señor y al serlo nos podemos entregar a todo aquello que él anhela dar y bendecir en la tierra. Oro que Dios llene tus manos de tal abundancia que puedas dar de comer a muchos, como Tabita que hacía vestidos y mientras tanto entregaba la Salvación en Jesús!! Maranatha!!