MI LUGAR EN SU CUERPO.

                                                                                                      

1 Corintios 12:27

Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él.

¿Cuál es tu lugar en el Cuerpo de Cristo? ¿Ya lo sabes?

¿Ha sido esta pregunta alguna vez, tu inquietud ante Dios? ¿Lo es hoy? ¿Estás en este presente inquieto, por saber que lugar te dio el Señor, y cuál es tu función en él, o jamás te interesó saberlo?

Si así ha sido, hoy es el momento de arrepentimiento y de cambio, de búsqueda y de humillación para colaborar con tu vida a que su Cuerpo pueda funcionar correctamente, allí donde él te puso, ¡dónde hoy estás!

Cada órgano tiene un lugar en nuestro cuerpo.

No hay cuerpo vivo que pueda funcionar sin ningún órgano, ni con pocos de ellos.

Cada órgano es imprescindible, es decir necesario.

Cada uno ocupa un lugar con una función, que puede aparentemente ser innecesaria o inútil, pero si no estuvieran, o fallaran, el cuerpo se resentiría poco a poco, hasta enfermarse.

Hay un lugar para cada órgano en el cuerpo.

El lugar del hígado no es el del corazón, y el lugar del riñón no es el del estómago, cada uno funciona de una manera asombrosa y divina.

Cada uno sabe en sí mismo cómo funcionar, y cómo manifestar su mal funcionamiento, pero ninguna mala función es por estar mal ubicado, sino porque algún otro órgano esta dejando sus funciones y obligando a otro a recargar la suya.

Así Dios creó a nuestros cuerpos, y soberanamente ubicó cada órgano y les dio su función, para que funcionando correctamente cada uno, el Cuerpo viva siendo sano y fuerte.

El Cuerpo de Cristo fue soberanamente creado por Dios de la misma manera, solo que esos órganos somos tu yo, y esas funciones creadas para cada uno, nos han sido dadas por Dios para que su Cuerpo pueda vivir, moverse y ser en la Tierra conforme los deseos y planes de Dios.

Para que su ¡Cuerpo sea fuerte y sano!

1 Corintios 12:12-21

12 -Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo. 13- Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu. 14- Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15- Si el pie dijera: Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo. 16 -Y si el oído dijera: Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo. 17- Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿Qué sería del oído? Si todo fuera oído, ¿Qué sería del olfato? 18- Ahora bien, Dios ha colocado a cada uno de los miembros en el cuerpo según le agradó. 19 -Y si todos fueran un solo miembro, ¿Qué sería del cuerpo? 20- Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo. 21- Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabeza a los pies: No os necesito.

En aquel tiempo así como el que estamos viviendo, había por causa del Imperio Romano, en Corintios una diversidad de culturas, etnias, creencias y como consecuencia “dioses”

Tantas diferentes culturas y religiones en la ciudad, que los miembros de la Iglesia en Corinto tenían dificultades para mantener la unidad, por lo que Pablo procuró ayudarles a encontrar esa “unidad "en su creencia en Cristo. (Como hoy nos ocurre por ello mismo)

Esta unidad debería ser más que una simple coexistencia pacífica; Pablo no les pedía solamente que tolerasen las diferencias que había entre ellos. Más bien, él enseñó que cuando nos unimos a la Iglesia de Jesucristo, somos “bautizados en un cuerpo” donde cada miembro del cuerpo es necesario (1 corintios 12:13)

El Apóstol Pablo enseñaba y nos enseña a que no es la Igualdad, como hoy escuchamos tan repetidamente en el mundo sino la Unidad.

Somos uno, somos el Cuerpo de Cristo, formamos parte de él.

Tú necesitas la compañía de los santos y ellos te necesitan a ti.

Pero ¿Cómo se funciona en esa Unidad?

Como un Cuerpo.

Pero en esa unidad, tenemos dados por Dios un lugar y una función dentro del Cuerpo de Cristo, si no lo asumo traigo deficiencia en su funcionamiento, al ignorar o no querer ser lo que Dios me llamó a ser y hacer dentro del mismo, recargo las funciones de otros, y retengo la vida del Espíritu en sus dones con los cuales se manifiesta.

1 Corintios 12:27 que somos el Cuerpo, pero individualmente, es decir cada uno, un miembro (u órgano) de él.

Yo debo asumir mi función, mi responsabilidad seriamente dentro de él.

Para vivir dentro del Cuerpo, el Espíritu de Dios nos da sus carismas o dones,

Romanos 12: 3-8

1 Corintios 12:4-11

Y para funcionar dentro del Cuerpo nos da una función, un servicio

1 Corintios 12:5 “y hay diversidad de servicios, pero el Señor es el mismo

Romanos 12:4-8 Con los dones que he recibido debo SERVIR al resto de los miembros.

De esta manera: Romanos 12:9-13

Y hacia afuera, con los que no son parte del Cuerpo de Cristo según sigue diciendo Romanos 12: 14-21

Siendo uno, un Cuerpo de muchos miembros, la comunidad, la sociedad debe ver ese solo Cuerpo, moviéndose así.

2 Crónicas 35:1-19

Así como vimos la diferencia entre los que son solo salvos de los que son Discípulos, aquí vemos la diferencia entre los que sirven (órganos bien ubicados y funcionando conforme los dones y llamamiento) y los servidos.

Versículo 2: dice que puso a los sacerdotes en sus oficios, según sus funciones y los alentó a dedicarse al servicio de la Casa de Yhvh.

Versículo 10: Los sacerdotes y los levitas.

Versículo 15 :Los cantores y los porteros

versículos 17:: Los servidos.

San Juan 6: 10-12

• Somos salvos, para ser discípulos.

• Somos salvos, para ser parte del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, de quien Cristo es la Cabeza 

(Colosenses 1:18-Además, Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo. Él, que es el principio, fue el primero en resucitar, para tener así el primer puesto en todo.)

• Somos miembros para servirnos unos a los otros, según la medida de fe, pero de acuerdo a la Doctrina.

1 Pedro 4:10- Sirviendo entre vosotros según el don que cada uno recibió, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11-Si alguno habla, hágalo conforme a los oráculos de Dios: si alguno sirve, sirva conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por medio de Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el poder por los siglos de los siglos amen.

¿Hasta cuando permanecerás sin funcionar, sin servir, deteniendo la Gracia que te fue dada por el Espíritu de Dios?

Acércate a Dios como un discípulo que deja atrás la “mentalidad de la multitud”, para tomar la “mentalidad del reino del Señor”, y pedirle que pueda darte el honor de ocupar el lugar que él te asignó en su Cuerpo.

Dios te bendiga

Pastora Sara Olguín.